CAZA DEL CORZO CON ARCO07-01-2019
CAZA DEL CORZO CON ARCO
Es una de las especies que requiere mayor especialización, técnica y conocimiento del animal de cuantas podemos intentar con un arco en España.
Quienes conocen la caza de este pequeño ungulado con arma de fuego, pueden imaginar el nivel de exigencia que se le requiere al cazador arquero, para acercarse a distancias entre diez y veinte metros , abrir un arco, soltar una flecha y conseguir que esta no sea evitada e impacte en la zona vital .
Nuestro Capreolus Capreolus , pese a su apariencia de animal de delicado , tiene una enorme capacidad de adaptación a medios poco propicios. Se le ha descrito con gran acierto como un “ramoneador selectivo”, siendo este comportamiento alimenticio muy descriptivo de su manera de escoger cuanto come.
Es una animal que precisa comer con enorme frecuencia- cada dos o tres horas- debido a lo características de su sistema digestivo. Este dato es muy importante a la hora de intentar localizar a nuestra posible pieza. Este intervalo de tiempo es el que puede determinar nuestra espera al perderlo de vista.
El aguardo en zonas de paso y el rececho-puro y duro-, son las dos formas clásicas de intentar la caza con arco del corzo.
La principal dificultad, también en la caza con arco, reside en localizar nuestra pieza. Muchas horas de asiento, prismáticos, marcha lenta y sigilosa, silencio y movimientos poco llamativos son también para los cazadores arqueros, elementos imprescindibles y factores determinantes.
Desgranemos algunos elementos característicos y específicos de la caza del corzo en lo referente a su intento con un arma tan técnica y – cinegéticamente - tan moderna.
Tiro desde puesto elevado o desde el suelo
El tiro desde un puesto en alto arroja múltiples ventajas. Entre ellas mantiene fuera del campo principal de visión de un corzo al cazador, pues el primero no espera un enemigo desde las alturas. Nos protege mejor de su magnifica nariz. Es más fácil conseguir túneles de tiro despejados y con más ángulo de disparo. No precisamos un camuflaje visual sofisticado, siendo más permisivo con nuestros movimientos corporales sin que estos delaten nuestra presencia. Por el contrario, y no es poco, debido al ángulo del tiro y dado el pequeño tamaño de la zona vital de un corzo , es muy fácil traspasar a la pieza y no haber interesado más que uno de los dos pulmones haciendo muy difícil su cobro. Por esta razón es muy desaconsejable intentar ángulos de disparo muy pronunciados, pues incrementa notablemente el riesgo de impactos poco efectivos.
Las ventajas del tiro elevado se tornar inconvenientes para quienes, preferimos el tiro desde el suelo, este es técnicamente mucho más exigente.
Tirar desde el suelo hace más simple la caza con tiro instintivo. Es más simple radiografiar mentalmente la anatomía de nuestro corzo , y prever los órganos que nuestra flecha tiene que atravesar .
Arco tradicional o de poleas
La zona vital de un corzo es muy reducida y , dado que el colocarse a distancias de tiro es complicado, suele tenderse a utilizar arcos mecánicos. La finalidad es utilizar puntos de mira que nos permitan más precisión de disparo a mayores distancias, todo ello utilizando velocidades de vuelo en las flechas más altas.
Los arcos tradicionales tienen como ventaja el ser más silenciosos, más maniobrables y permiten un tiro instintivo más rápido.
Si establecemos como valores medios la velocidad de una flecha que sale de un poleas entre 225 y 350 pies/segundo , y en un arco tradicional entre 160 y 210 pies/segundo podremos deducir sin complicar los cálculos lo siguiente. Con un poleas, nuestra flecha vuela tres veces más lenta que la velocidad del sonido y con un recurvado entre cuatro y cinco veces mas despacio.
Un corzo es capaz de evitar el impacto de una flecha, deduciendo por el ruido y por nuestro disparo, cual es la trayectoria de esta . Técnicamente los americanos designan este fenómeno “jumping string”.
La conclusión de estos mínimos cálculos es que el corzo evitará más fácilmente la flecha cuanto más lejos este – pues tiene más tiempo para reaccionar al percibir que se le viene sobre si -. Tiros a más de 25 metros se confirman como extremos. Si el sonido viaja más rápido que nuestra flecha, cuanto más lejos disparemos más difícil será alcanzarlo efectivamente.
Si todo es cuestión de ruido a menos ruido más posibilidades. Un arco tradicional, es más lento pero mucho más silencioso a distancias de menos de 25 metros. Si un cazador que tira instintivo- sin puntos de mira- tiene una distancia media efectiva de 20 metros, este podría ser el limite máximo que conjugase distancia efectiva y cobertura sonora. En mi opinión, y por propia experiencia , con un arco tradicional en la mano no se debería disparar a un corzo a más de 18 metros.
Podríamos concluir sin más , que un poleas permite cubrir efectivamente distancias de tiro de hasta 25-28 metros y un arco tradicional hasta 16-18 metros.
Grafico propiedad de Arcodos
Flechas más convenientes
Las flechas deben ser las que precise nuestro arco y se ajusten a él realizando un vuelo lo más preciso y estable posible.
El corzo es un animal de piel blanda que no precisa de flechas muy pesadas para alcanzar sus órganos vitales. Lo normal es atravesar la pieza y cobrar nuestra flecha a pocos centímetros de donde hemos impactado al animal.
Es interesante la utilización de puntas de hojas múltiples: tres , cuatro o más. El fin es generar un rápido sangrado que produzca el ovito lo más rápido posible. La abundancia de rastro de sangre es otro efecto ventajoso de estas puntas de múltiples filos.
El emplumado es un elemento característico de la flecha para la caza del corzo. Habitualmente emplumamos las flechas de caza con mucho ángulo – let off – o con emplumado helicoidal para conseguir un vuelo más estable con puntas de caza. Este tipo de emplumado es muy ruidoso y fácilmente detectable por nuestro corzo. Da mejores resultados utilizar un emplumado recto que es más silencioso. También es aconsejable utilizar pluma de plástico en lugar de las naturales que son mas ruidosa. Yo vengo utilizando en un arco tradicional un emplumado de dos plumas de plástico y una pluma natural – la que impacta en el arco-.
Ángulos de tiro.
Anatómicamente hablando, cualquier posición del animal, podría entenderse como impactadle. Teniendo en cuenta las potencias que los arcos actuales aportan y lo blanda de la piel de un corzo, sería factible alcanzar sus órganos vitales desde cualquier posición. Esto no quiere decir que tengamos posiciones totalmente desaconsejadas. Estas son el tiro de frontal y los disparos en los que el cazador esta dentro del campo de visión del animal pues es fácil que nuestro corzo nos vea disparar o detecte el vuelo de nuestra flecha y reaccione evitando su impacto. El tiro de cuartos traseros –tiro cular- también es desaconsejado además de ser poco elegante.
Lugar de impacto
Durante muchos años, y no menos lances infructuosos, pensé que el corzo era un animal que me inducía por hipnosis a dejar todos mis tiros altos. Tiros claros y fáciles se tornaban en descubrir flechas clavadas en el suelo sin rastro de sangre que habían pasado un centímetro por encima del lomo del tan ansiado corzo sin tocarle.
El oportuno asesoramiento de un muy experto cazador arquero me hizo descubrir la llave de mi torpeza – y la de muchos otros como yo-. Tal y como en renglones anteriores comenté, los corzos intentar evitar el impacto de las flechas, el famoso “Jumping string”. El corzo, dada su configuración corporal y para iniciar la huida, se agacha de las patas delanteras, desplaza las manos lateralmente y se propulsa con las patas traseras poniéndose a buen recaudo. Este movimiento se produce en décimas de segundo, durante el trascurso del vuelo de nuestra flecha y en ese instante en el que la suelta hace que cerremos los ojos de manera refleja.
La anterior explicación es lo más instructivo de cuanto he podido aprender sobre la caza con arco del corzo. Esta reacción del corzo es un dato fundamental, que de haberme resultado conocido con anterioridad habría evitado suspicacias sobre mi puntería o sobre el poder hipnótico de los corzos. Como una imagen vale más que mil palabras los gráficos ilustran las reacciones tomadas de una toma de video a cámara lenta, donde se ve la maniobra de evasión del corzo y la reacción corporal de intento de escape.
Se han insertado marcas para tomar de referencia la posición inicial del corzo antes del disparo, pudiéndose apreciar la enorme movilidad que tiene precisamente en la zona vital el tórax.
Entonces hay que concluir sugiriendo apuntar, estimando y teniendo en cuenta que nuestro corzo se agachará. Cuanto mas cerca disparemos del animal menor será la corrección. También será menor la corrección, cuanto mas rápido sea nuestro arco, aunque esto, como vimos antes es menos relevante. Es aconsejable para el tiro con arcos tradicionales -foto de la izquierda- corregir el lugar donde se apunta a distancia corta tomando como referencia la marca roja –14 metros -y a más distancia, las marca azul -18 metros -. En la foto de la derecha tomamos el caso de un disparo con arco de poleas, siendo las marcas roja y azul, las referencias de disparo también a corta-16 metros- y larga distancia –20 metros- respectivamente.
TioJander
Alejandro Martin